¿QUÉ TAL SI DELIRAMOS POR UN RATITO? ¿QUÉ TAL SI
CLAVAMOS LOS OJOS MÁS ALLÁ LA INFAMIA PARA ADIVINAR OTRO MUNDO POSIBLE?”
El aire estará limpio de todo veneno que no provenga
de los miedos humanos y de las humanas pasiones;
Se incorporará a los
códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o
por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que
canta y como juega el niño sin saber que juega;
Nadie vivirá para
trabajar pero todos trabajarán para vivir;
La solemnidad se
dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea
capaz de tomarse el pelo;
Nadie morirá de
hambre, porque nadie morirá de indigestión;
Los niños de la calle
no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;
Los niños ricos no
serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;
La justicia y la
libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse,
bien pegaditas, espalda contra espalda;
La Santa Madre Iglesia
corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará
festejar el cuerpo;
La Iglesia también
dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la
naturaleza, de la que formas parte»;
Serán reforestados los
desiertos del mundo y los desiertos del alma;
Pero en este mundo, en
este mundo chambón y jodido, seremos capaces de vivir cada como si fuera el
primero y, cada noche como si fuera la última".
Eduardo Galeano. antenamisionera.org
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